lunes, 11 de marzo de 2013

Ante la inminente Traición


En vísperas de elecciones, prefiero contener mir palabras en lugar de plasmarlas en aislados de gritos de cordura. La historia de la humanidad es precisa y clara entorno al comportamiento de las masas: Las mayorías son mediocres y conformistas. Ésto más allá de un juicio de valor o de una concepción filosófica elitista, es un hecho ni bueno ni malo.

Todo poder público, incluso el electoral está controlado por la mano del invasor cubano, los "dirigentes" políticos de la "oposición" comparten la misma ideología y praxis que los personeros del gobierno, sintiendo algunos incluso nostalgia por sus viejos tiempos de guerrillero en Bandera Roja o en el Partido Comunista de Venezuela.

Ante la brutalidad e intransigencia del gobierno en contra de los principios naturales más fundamentales, nuestra detestable y falaz "oposición" mantiene la pasividad y decide participar "democráticamente" en lo que será sin duda un suicidio colectivo.

Para nadie, con capacidad de análisis, es un secreto que los pasados comicios electorales estuvieron marcados por el estigma del fraude. El engaño y la manipulación hicieron de las suyas a ésa apoteosis de la Traición llamada "Siete de Octubre", cuando la voluntad de cambio de una nación fue traicionada tanto por el corrupto gobierno como por una pusilánime coalición opositora, que teniendo la oportunidad de reclamar la verdad, deciden acatar el resultado y hasta de calificarnos a los disidentes de "radicales".

Los "radicales" según los traidores a la Patria no servimos para nada, los "radicales" somos los responsables de los males de Venezuela, los "radicales" hacemos que se pierdan los votos con nuestros abstencionismo". Si los radicales somos tan dañinos, ¿Cómo es que somos los únicos con la osadía de retar al gobierno? ¿Cómo es que somos los "radicales" los que añoramos una Venezuela que difiera por entero de éstos 14 años, en lugar de la continuidad de políticas fracasadas? ¿Cómo es que somos los "radicales" los que mantenemos encendida la llama de la esperanza, cuando ésta misma intenta ser comerciada por los "moderados"?

Lo repetiré cuantas veces sea necesario: La Patria está en sus horas más oscuras, al ser invadida por el extranjero y con el beneplácito de ambas caras de la moneda política. Poco importa quien sea el candidato "opositor", pudiendo ser una palo de escoba, el venezolano con sentido común no vota por "un candidato", sino en contra de la destrucción sistemática de su Patria.

No obstante, los candidatos que surjan de aquél "Ministerio del Poder Popular para la legitimación de la Tiranía" llamado "Mesa de la Unidad Democrática", entregará los votos, le echará la culpa a los "radicales" y callará frente a la barbarie.

El 14 de Abril no se celebran elecciones, sino un referéndum cuya pregunta es "¿Está usted de acuerdo con entregar Venezuela al invasor?", siendo la única forma de decir un contundente "NO" la ausencia por entero de tan pérfido acto. El participar en comicios de antemano negociados y cuyo resultado fraudulento se espera con total seguridad, es convertirse en CÓMPLICE de quienes vendieron al país. Mi voto no será alcahuete ni cómplice de nadie, por lo que no votaré.

¿Cuál es la salida? La salida es cambiar la concepción de la Res Pública a la cuál nos intentan limitar: Usted no es un "elector", usted es un CIUDADANO. Que sea ciudadano implica que su participación política NO se puede limitar al acto del sufragio. Sepa que éste gobierno es una tiranía, al carecer de legitimidad, legalidad y al actuar en torno a los intereses personales y extranjeros. Los electores jamás derrotarán a las tiranías, pero los ciudadanos son su sentencia de muerte.

Acudamos todos al verdadero mecanismo ciudadano: La protesta y la resistencia. Ningún acto propiciado por el actual gobierno puede ser legitimado, ni siquiera tomado en cuenta, nuestro desconocimiento a las autoridades cubanas ha de ser total.

Seguiré como siempre por el sendero que considero correcto, mientras las "juventudes" de los partidos tradicionales reparten folletos a cambio de dinero, emulando la trágica acción política de sus líderes, aquellos quienes comercian con Venezuela desde el 23 de Enero de 1958.

Si quieres defender a Venezuela, y reconoces el engaño al cuál te han querido someter, eres bienvenido de unirte a la resistencia. Si no, lo comprenderé, pero lamentablemente te veré como un cómplice más del impío sistema que defenestra a Venezuela, por lo que el primer párrafo de éste artículo va dedicado a usted.

¡Patria Honor y Libertad!