Nos comprenderemos mejor si procedemos con sinceridad al estudiar y al resolver los problemas que nos atañen colectivamente; si fortalecemos el principio de la solución de las controversias por las vías pacíficas y perfeccionamos el correspondiente sistema de aplicación; si no adulteramos nuestra propia realidad con ánimo de sorprender a los de fuera, y si no contribuimos a que la opinión pública de nuestros países forme criterio erróneo acerca de la vida de otros pueblos.
General
Marcos Pérez Jiménez, Discurso Inaugural de la X Conferencia Interamericana.
Como su título indica, el presente texto
no es más que un breve esbozo, que pretende servir como introducción al
fundamental tema de las Relaciones Internacionales durante el gobierno del
Nuevo Ideal Nacional (1952-1958). Las principales vertientes señaladas a
continuación se pueden resumir en dos puntos cruciales:
- La política tanto interna como externa del gobierno venezolano varía enormemente desde el “gobierno militar” iniciado el 24 de Noviembre de 1948 y el régimen del Nuevo Ideal Nacional comenzado el 2 de Diciembre de 1952. Su fusión bajo el término genérico “Década Militar” lejos de corresponder a la simplificación del estudio historiográfico, obedece a un proceso complejo de falsificación histórica propugnado por los gobiernos demagógicos emergentes del 23 de Enero de 1958.
- El gobierno del General Marcos Pérez Jiménez en el ámbito internacional dista por completo de la visión impuesta por la izquierda criolla, aplicando un falaz reduccionismo y convirtiéndole en un simple peón de la geopolítica estadounidense en plena Guerra Fría. Por el contrario, el Nuevo Ideal Nacional se convirtió en punta de lanza de la plena autonomía regional frente a la bipolaridad imperante en la política internacional de su época.
Para abordar el complejo sistema
internacional y la política exterior comprendida entre el 24 de Noviembre de
1948 y el 23 de Enero de 1958, se dividirá este episodio de la historiografía
venezolana en dos procesos semejantes pero no por ello iguales: en primera
instancia la Junta Militar de Gobierno presidida por Delgado Chalbaud hasta el
día de su asesinato el 13 de Noviembre de 1950; seguido por un período de dos años
donde se buscaba recuperar la estabilidad del país y donde asumiría la
presidencia el civil Germán Suárez Flamerich y finalmente el gobierno del Nuevo
Ideal Nacional, presidido para ese entonces por el General de División Marcos
Pérez Jiménez a partir del 2 de Diciembre de 1958.
Durante el Gobierno de la Junta Militar,
la política exterior de Venezuela era reflejo fidedigno de las políticas a
nivel de gobierno interior: la persecución del comunismo era una de las
prioridades, al igual del establecimiento de un nuevo sistema que perdurase los
embates de una sociedad volátil, teniendo como meta primordial la manutención
del orden.
Los precios del petróleo tenían un lento
pero progresivo aumento, debido a la industrialización exacerbada por parte de
Estados Unidos y sus políticas en torno a masificar el uso del automóvil. Sin
embargo los precios tendieron a estabilizase alrededor del año 1950 debido a
una competencia amplificada por parte de los países árabes.
Aun así, el gobierno venezolano supo
utilizar el reducido incremento en sus ingresos por parte de la renta petrolera
para actualizar por completo la capacidad bélica de sus Fuerzas Armadas,
partiendo de la doctrina de seguridad nacional implementada por los gobiernos
de la región, con el objetivo de evitar la intervención del comunismo en la
América Hispana.
Sería un anacronismo tratar de enmarcar o
hacer parecer a los gobiernos de la década militar como parte de la llamada
“Operación Cóndor”, la cual no entraría en funcionamiento sino hasta la década
de los setentas. No obstante, tampoco se puede negar el apoyo indirecto en
términos de legitimidad regional por parte de Estados Unidos a los gobiernos
militares que aparecían en la región siempre que éstos mantuvieran una marcada
política anticomunista. Cabe destacar que dichos gobiernos eran “tolerados” con
la condición subyacente de convertir a sus respectivas naciones en Estados
satélite de la política internacional estadounidense; categoría que Venezuela
rechazaría rotundamente como se verá a continuación.
Siguiendo la línea argumental antes
expuesta, poco importaba en la cosmovisión norteamericana si los gobiernos de
turno en la América Hispana eran democráticos o dictatoriales, siempre que sirvieran
de muro de contención a la penetración del comunismo soviético, eliminando
paulatinamente los Partidos Comunistas que para ése entonces actuaban como agentes
al servicio del Kremlin.
En éste sentido, el gobierno militar de
Venezuela estaría caracterizado por adoptar por completo la tesis
“desarrollista”, que impulsaría una profunda etapa de industrialización y
fortalecimiento de la institución castrense, en aras de perfilarse como un
Estado modelo en la lucha anticomunista.
Sin embargo, el pragmático gobierno de
Venezuela tendría un brusco cambio en sus políticas internacionales cuando el 2
de Diciembre de 1952, Marcos Pérez Jiménez instauraría el gobierno del “Nuevo
Ideal Nacional”. A partir de ésta fecha es prudente señalar un cambio integral
en la orientación política del gobierno venezolano con respecto al entorno
mundial.
El principal cambio de la política
exterior venezolana sería un alejamiento paulatino del esquema bipolar
establecido por la Guerra Fría. Dicho cambio tendría como origen el nuevo
sentido nacionalista con que sería abordada la política venezolana a partir del
2 de Diciembre de 1952. La principal diferencia de éste período con respecto al
resto de la década militar, es la presencia de una doctrina política oficial,
conocida como “Nuevo Ideal Nacional”, a diferencia de los gobiernos antecesores
que más bien eran pragmáticos desde el punto de vista ideológico.
Freddy Vivas Gallardo, en su libro
“Venezuela: Política Exterior y Proyecto Nacional” donde estudia de manera
específica a lo que él considera como “Pretorianismo Perezjimenista”, llega a
la conclusión que Venezuela trazaba una interesante propuesta de política
internacional en busca de nuevos espacios de participación donde no tuviese que
estar supeditada al mandato de los Estados Unidos ni mucho menos a la Unión
Soviética como se encuentra estipulado en el siguiente párrafo:
“La política exterior pretoriana
Perezjimenista se centró, desde el punto de vista de la acción, en una
estrategia que llamo (con Puig), de “autonomía relativa heterodoxa” basada en
la búsqueda y explotación de escenarios y temas fuera del interés político y
sobretodo estratégico de la potencia dominante: Estados Unidos, dirigido para
reivindicar mayores espacios de acción exterior independiente para Venezuela”.
(p. 228)
Siguiendo con la argumentación del autor,
el régimen conducido por Marcos Pérez Jiménez estaría enmarcado en un
pragmático anticomunismo, pero sin que dicho elemento lo encuadrara de manera
automática como aliado incondicional de los Estados Unidos, siendo las
múltiples diferencias con dicha potencia, componente fundamental de su
derrocamiento el 23 de Enero de 1958.
Analizando el discurso y la acción
gubernamental, es posible evidenciar la influencia aliada del la “política del
péndulo” planteada en la región inicialmente por el presidente de Argentina,
General Juan Domingo Perón, quién postulaba el término “Tercera Posición” para
definir un proyecto internacional cuya meta era generar un cause completamente
distinto a la alineación tradicional bipolar de la Guerra Fría. No es entonces
casual, los gestos de unión y hermandad hispanos que configuraron las
relaciones diplomáticas entre la Argentina Justicialista y la Venezuela
Nacionalista; o que el mismo General Perón escogiera Caracas como sitio de su
exilio el 9 de Agosto de 1956.
Es así como se puede calificar al gobierno
del Nuevo Ideal Nacional como una etapa en donde la política exterior
venezolana pasó indudablemente por la hiperactividad en torno a la política
exterior venezolana, donde se trató de establecer alianzas duraderas con
gobiernos autoritarios en la región con el afán de otorgarle a la América
Hispana un sitial más honroso que ser el simple segundón y mina de recursos
constante del continente
Desafortunadamente para los proyectos
emprendidos por el Nuevo Ideal Nacional, muchos de los aliados en la región
fueron derrocados eventualmente, por lo que la brecha que apenas empezaba a
emerger y que tenía como punta de lanza la X Conferencia Panamericana sucedida
en la Universidad Central de Venezuela en el año 1954, tuvo su fin el 23 de
Enero de 1958 ante la ausencia de agentes políticos externos de poder capaces
de contrarrestar la campaña de descrédito llevada a cabo por Estados
Unidos en contra de un gobierno cuyo principal “delito” era plantear nuevas
posibilidades de desarrollo ante una pérfida y teatral dicotomía liberal-marxista.
Bibliografía recomendada:
GALLARDO VIVAS, Freddy.
Venezuela: Política Exterior y Proyecto Nacional. El Pretorianismo
Perezjimenista. (1952 – 1958). Caracas, Ciudad Universitaria. Imprenta
Universitaria. 1999.
No hay comentarios:
Publicar un comentario