domingo, 14 de abril de 2013
Muerte a la Traición
Un derroche de simpatía y popularidad rodea a todo aquél quien de buena, sincera, inocente y quizás un tanto crédula manera, convoca a sus conocidos a ejercer el tan anhelado y sacrosanto sufragio.
No obstante, mis escritos jamás han buscado satisfacer el apetito de las mayorías ni comulgar con el deseo abstracto de quienes son más. Siempre he encontrado refugio en aquellas ideas defendidas por minorías pero con la convicción de legiones. Siguiendo éste espíritu contra-corriente y por entero anti-popular me he declarar como abstencionista en medio de la fiesta electoral.
El voto en Venezuela se ha convertido, desde el pasado referéndum revocatorio, en un medio para legitimar internacionalmente una tiranía de corte marxista, cuyo fin último es rendir los recursos energéticos de Venezuela ante Brasil, con el objetivo de crear un nuevo bloque geopolítico a la usanza de la antigua Unión Soviética. El Foro de Sao Paulo es el responsable.
Soy un amante de la cultura, de lo elevado, de lo noble lo bello y lo sublime. Quizás dicha sentencia parezca afeminada ante el entendimiento del vulgo, pero encarna un sentimiento de auto-superación constante. Anhelo así, un sistema cuyos valores respeten la tradición occidental, y que sean capaces de de postular y defender el crecimiento de cada ser individual trascendiendo los parámetros materialistas.
Dicho fin no es nada fácil de obtener, y el medio jamás será el participar en elecciones de antemano negociadas por una "oposición" cómplice cuyos líderes fueron en su momento los guerrilleros y camarada de lucha de quienes ostentan el poder en Venezuela. Tan sólo basta revisar la historia detrás del apellido "Capriles", y corroborar como dicha "empresa" siempre se ha constituido en verdaderas cadenas en contra del venezolano.
Fue la Cadena Capriles la que en su momento, apoyo de manera total la primera presidencia de Rafael Caldera, en que tan nefasto personaje procuró el pacto y la negociación con los elementos subversivos del comunismo internacional, dejando de lado toda esperanza de acabar con el flagelo marxista.
Fue Rafael Caldera apoyado por los Capriles, quien inicia relaciones con Cuba y la Unión Soviética, además de permitir la participación del comunismo en los comicios, burlándose de la memoria de los jóvenes masacrados en las costas de Machurucuto, o de quienes perdieron la vida en cada asalto de banco con la intención de financiar los movimientos de Fidel Castro.
Fue de nuevo la Cadena Capriles, quién haciendo uso de su poder mediático, posiciona a Caldera nuevamente como el candidato idóneo para el año 1993, cuando es postulado por aquél aquelarre comunista llamado "convergencia". Fue la Cadena Capriles quienes retrataron como "conciliación" el hecho que asesinos y terroristas como Teodoro Petkoff empezaran a asumir ministerios.
Finalmente, fue la Cadena Capriles quien contribuyó junto a otros irresponsables a mostrar a Chávez como el mesías electoral para los comicios de 1998. De más está decir, el cómo el diario "Últimas Noticias" sigue atentando en contra del nivel cultural de venezolano, en su afán de obtener dinero mediante la destrucción de nuestra lengua castellana.
Dicho ésto, votar por la MUD es votar por el grupo La Colina, es votar por Bandera Roja, es votar por los camaradas de Chávez, es votar por quienes conspiraron contra Pérez Jiménez, es votar por quienes asesinaron a Renny Ottolina, es votar por quienes humillaron a Arturo Uslar Pietri, es votar por quienes negociaron con nuestras esperanzas y lo peor de todo... votar por la MUD es igual a votar por el PSUV, por Fidel Castro y por el Comunismo Internacional.
Señores, ésto no es radicalismo sino conocimiento de nuestra historia. Quien vote el 14 de Abril le está otorgando a Maduro un manto de demócrata mientras una oposición cómplice guarda silencio ante el miserable ardid marxista.
No condenaré a nadie quien decida votar, pues sé que muchos de mis conocidos lo hacen esperanzados. Lo que sí no toleraré es que se me culpe por la destrucción del país, cuando mi labor siempre ha sido el tratar de despertar vuestras consciencias. Lastimosamente, toda ésa esperanza y voluntad de cambio será por entero traicionadas como en el otrora Siete de Octubre.
Mientras tengamos un CNE controlado por la mano del invasor cubano, donde el muerto y el extranjero son capaces de votar y donde además el voto de un reo equivale al de un profesional, me negaré rotundamente a votar. Sólo cuando mediante la lucha y la resistencia, surja una alternativa nacionalista, capaz de cantar lo que haya que cantar y hacer lo que se tenga que hacer para asegurar el bienestar de la Patria, es que asumiré el escenario electoral.
En elecciones, mi elección será no ser cómplice.
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