La política, como conjunto de
relaciones de poder entre grupos e individuos, está definida por la suma de
intereses encontrados defendidos por cada miembro de la comunidad. Dadas las diferencias
que distinguen a cada individuo, se encuentra al conflicto como componente intrínseco
a la naturaleza humana.
La voluntad de poder, el afán de enseñorearse manifestado en cada
pulsación centra a la lucha como eje principal de la historia humana. El
enfrentamiento entre las distintas voluntades ha definido a lo largo de los
siglos el cariz de cada sociedad. Nuestras tradiciones, costumbres, cultura, todo
ello está impregnado por la presencia de Belona.
Aquella seductora y sangrienta musa belicosa jamás se ha separado de la psique
humana. ¡Y con razón! Es parte de ella.
Eventualmente, el hombre egoísta por
naturaleza comprende la imposibilidad de obtener la consecución de sus
intereses en caso de encontrarse con la muerte, por lo que, en ocasiones ha
decidido pactar con sus congéneres en
aras de fijar límites a la competencia y suavizar la áspera realidad.
Como toda invención humana, su
final ha sido decretado el mismo día de su nacimiento, por lo que todo arreglo
cederá eventualmente ante las pulsaciones primigenias de nuestra especie guerrera.
La armonía temporal no es inmutable, la cotidianidad enmascarada empieza a
revelar su verdadera naturaleza primal y desata las mismas fuerzas avasallantes
que el hombre arcaico manifestaba sin disimulo ni reserva. La guerra como
constante, la paz como intermitente.
En Venezuela desde hace un par de
décadas, las élites encargadas del poder accedieron a un proceso de
transfiguración pública. Una mutación ideológica letal cuyo norte era la
manutención de un sistema decrépito y decadente. El esquema democrático se
fundía con la tiranía de masas, en nombre del poder popular se exaltaban las virtudes del inculto y se condenaba
al intelectual. La barbarie se acrecentaba, la ignorancia se consagraba y la
demagogia se profundizaba. Una trinidad de males que tenían como fin el
simplificar y profundizar la dominación del ciudadano común por parte de una
cuerda de bribones y bandidos, disfrazados ayer como oradores democráticos y luego
como militares golpistas.
Tal parapeto tendría su final
augurado, no obstante, los tambores de la guerra resonaban a lo lejos cuando
dicha posibilidad se tocaba. ¿De qué forma concluiría el proceso de transformación sangrienta que socavó la
venezolanidad a partir del 4 de Febrero de 1992 y que mediante el sacrificio de
inocentes perpetuó su poderío? ¿Cómo dar fin a un monstruoso modelo tiránico
que se impuso a sangre y fuego? He allí, la interrogante perenne que marcaría
el fin del pacto.
Desde hace años, en diversas
tribunas de la sociedad, los amantes de esta Tierra de Gracia, los patriotas de
Venezuela, hemos señalado de manera acertada cómo aquél vil movimiento conocido
popularmente como “chavismo”, era una rama más del pensamiento comunista
internacional, cuya finalidad versaba en la instauración en nuestra nación, de
una tiranía socialista semejante a la fatídica experiencia cubana.
No nos equivocamos, el socialismo
científico como ideología totalitaria representa un nivel completamente diferente
de conflicto, que imposibilita cualquier expectativa de coexistencia pacífica. Presenta
un conflicto de corte existencial, en
donde la máxima mors tva vita mea, se
universaliza e impone. En dado caso, sería fútil, inútil, desacertado, ingenuo
y hasta suicida el pretender dialogar o
buscar la reconciliación con quien
anhela el cese de tus signos vitales. ¿Cómo derrotar a quién no conforme con
imponerte su modelo de vida, amenaza con aniquilarte si te quejas al respecto?
¿Es acaso la “vía electoral” o el debate formas válidas de “competir” con quién
impone su mandato con fusiles?
Por supuesto que no, la historia
es rica en ejemplos de cómo ninguna nación ha podido expulsar al yugo comunista
de sus tierras sin antes pasar por un lamentable baño de sangre. Eso es lo que
precisamente está sucediendo en Venezuela, aquél necesario, doloroso pero
redentor escarmiento; ésa autoflagelación que todo pueblo sufre como punición
ante el error de haber sido presas de los cantos de sirenas marxistas.
Hoy, ha llegado el tiempo que todos
vaticinaron pero que nadie se atrevía a declarar. Hoy, finalmente cobró forma
el espectro que rondaba la conciencia colectiva. Hoy, llegó la guerra que no queríamos. ¿Y cómo huir de ella? Hasta la república de Venezuela debe su
nacimiento a una Guerra Civil, como señaló Don Laureano Vallenilla Lanz. Al
parecer ése conflicto ha sido interiorizado en cada pueblo y caserío, por muy
remoto que sea.
Por ello, hago hoy un llamado a
cada patriota cuyo corazón sigue latiendo cónsono con el sincero deseo de ver a
Venezuela surgir. Invoco a todas esas voluntades apegadas a nuestro sagrado
suelo, a la sangre joven que sueña con una Venezuela Inmortal. En nombre de
Dios, la Patria y el Honor, exhorto a cada uno de los venezolanos a que se una
a esta Cruzada Patriótica Libertaria con el fin de lograr la expulsión definitiva
del invasor extranjero.
Vienen tiempos difíciles para
Venezuela, las negras nubes que se ciernen sobre el horizonte asemejan las humoradas
de pólvora que otrora cubrían los campos de batalla. Debemos ser fuertes,
valientes, y mantener sobre todas las cosas la más férrea de las voluntades. La
victoria será conquistada sólo por la más profunda de las convicciones.
El mero interés material queda a
partir de hoy dejado de lado. Lo que nos impulsa a combatir no es la fama ni la
fortuna, nada de ello, lo es el bienestar de nuestra familia, la promesa de
futuro y la profunda necesidad moral de purificar a Venezuela. Una nueva
nación es posible, acatemos entonces el llamado de la providencia y asumamos la
histórica responsabilidad que pesa sobre nuestros hombros.
Basta de tener mártires de
nuestro bando, llegó la hora de los héroes.
¡ARRIBA VENEZUELA!
¡CAÍDOS POR LA PATRIA, PRESENTES!
disculpe, actualmente no funciona la dirección http://nacionalistas.com.ve, cual es la dirección actual?
ResponderEliminarTe invito a que visites https://www.facebook.com/MovimientoPatriotaVenezuela?fref=ts
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